jueves, 8 de septiembre de 2011

Equivocaciones

Un error se corrige, aunque este mate tus últimos siete aciertos.
Una deuda se liquida, aunque quedes con los bolsillos vacíos.
Un perdón se ofrece con sinceridad, para no morderse la lengua.
Pero cuando rompes un corazón, ni con tu soledad lo puedes reparar.
(No hay plegarias que lo hagan latir como antes)

1 comentario:

Consuella dijo...

Somos humanos y tenemos el privilegio de poder equivocarnos de vez en vez. No sé, y es que mientras el corazón (aunque roto) no deje de latir se puede reconstruir.

Besos